Gente común…
Posted on diciembre 19, 2014
Filed under Artículo de prensa, Publicado en ABC (Comunidad Valenciana)
…que hará cosas extraordinarias. Así es como Pablo Iglesias, flamante secretario general de Podemos, ha querido presentar ante la opinión pública a los 62 dirigentes –todos ellos minuciosamente escogidos por él– que en adelante conformarán el todopoderoso Consejo Ciudadano de la formación.
Pero a menos que Iglesias estuviera utilizando la palabra “común” en la cuarta acepción que la Real Academia le brinda, en tanto que sinónimo de “bajo y despreciable” –hipótesis que supongo debería ser descartada–, mucho me temo que la idea que el líder de Podemos tiene de que seamos los españoles se halle un tanto distorsionada. Y es que de sus 62 elegidos –con él, 63– no menos de cincuenta y cinco (el 87%) manifiestan contar con estudios superiores, cuando en España solo el 31% de la población ha pasado por la Universidad; veintiuno (el 33%) han estudiado y/o son profesores de la Complutense de Madrid, en un país que tiene abiertas 51 universidades públicas y 32 privadas; doce (el 19%) han cursado o enseñan Ciencias Políticas, el doble de los que han estudiado Derecho y cuatro veces más que los que cursaron Economía; y una veintena (el 31%) son madrileños o viven en la capital de España, en una lista en la que no hay más que dos valencianas y dos gallegos, no hay un solo vasco, y los catalanes han de ser buscados con microscopio. Un equipo en el que hay más historiadores que trabajadores autónomos, y en el que no consta un solo empresario –ni grande, ni mediano, ni siquiera pequeño–, ni tampoco un agricultor, ni un taxista, ni un albañil, ni un tendero.
Salta a la vista que la torre de marfil en que Pablo Iglesias ha habitado toda su vida –la que se extiende de las aulas universitarias a los pasillos de la eurocámara, pasando por los platós de televisión–, debe tener unas ventanas sumamente estrechas. De manera que el grupo de ungidos del que se ha acabado rodeando –cerrado, homogéneo, endogámico, integrado por clones de si mismo– se parece a una casta tanto o más que la clase dirigente a la que se supone iban a combatir.
¿Gente común? Va a ser que no. ¿Que hará cosas extraordinarias? Ya se verá. Pero de momento nihil novum sub sole.
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